sábado, 24 de septiembre de 2011

Conceptos estructurantes y principios explicativos


Conceptos estructurantes y los principios explicativos.

La enseñanza de las Ciencias Sociales está atravesada por algunos conceptos que las estructuran y por principios explicativos que orientan el análisis de los procesos sociales.
La vida de las sociedades se desarrolla en el entrecruzamiento de dos categorías fundamentales: el  tiempo y el espacio, y esto se vivencia en la cotidianeidad. De allí que se considera que los conceptos de tiempo histórico, espacio geográfico y sujetos sociales, son los que estructuran las Ciencias Sociales. 
Tiempo histórico: hace comprensibles las transformaciones que se producen en el interior de una sociedad. ‘[...] El tiempo es una relación creada para coordinar y dar sentido a los cambios producidos en cada sociedad, en cada cultura, en cada civilización’.[1] No se trata de una mera cronología de los hechos sociales sino de comprender cuál fue el alcance, la injerencia, los condicionamientos que conformaron el presente tal como es.
Se trata de que los alumnos construyan distintas relaciones entre el antes, el ahora y el después. La construcción del concepto de tiempo histórico requerirá de situaciones de enseñanza que posibiliten el reconocimiento de cambios y de permanencias. Las conclusiones obtenidas a partir del análisis de los objetos con los que se trabaje, las construcciones que se observen, los testimonios escritos y orales, etc., vale decir, la caracterización de las formas de vida presentadas en correspondencia con el recorte seleccionado y la comparación entre el pasado y el presente, permitirá a los alumnos ubicar elementos y actividades humanas en distintos momentos, reconocer rupturas, regularidades, ritmos de cambio, duraciones diversas (tiempo corto, medio, largo) y avanzar en la comprensión del devenir histórico.
Espacio geográfico: Durante muchos años el concepto de espacio estuvo asociado a su interpretación como escenario en donde las sociedades desarrollaban sus actividades.  En la actualidad, el espacio es considerado como producto de los procesos históricos en los se incluyen las dimensiones económicas, políticas, culturales y simbólicas. La organización espacial es  el resultado de una construcción social, en el que las sociedades se apropian del espacio,  lo transforman, modifican, y organizan a través de sus acciones y de su trabajo. En este sentido, el espacio es la materialización del tiempo.
Se apunta a que la enseñanza supere la visión empirista que se centra en el análisis del paisaje. Esta perspectiva implica reconocer tanto las relaciones de apropiación, uso, ocupación, localización, distribución, delimitación, transformación, organización y valoración, como de las limitaciones y posibilidades que el territorio presenta a las distintas actividades sociales.  Se trata de que los alumnos avancen en la construcción y aplicación de un concepto desde el cual “mirar” y “pensar” sobre” lo geográfico; supone mucho más que identificar y reconocer características de un paisaje. Este concepto da lugar a una comprensión más profunda y completa en tanto articula espacio, tiempo y sujetos sociales en permanente interacción e incidencia mutua.
Sujetos sociales: son los que participan de la vida social y actúan de acuerdo al contexto, con diferente grado de responsabilidad. “Individuales o colectivos, públicos o privados, comunitarios o institucionales son estos sujetos los protagonistas de las acciones correspondientes a la construcción de los territorios. [...] son actores sociales portadores de ideas, puntos de vista e intereses que se traducen en acciones y decisiones que dejan huellas, o no en los territorios.”[2]
Desde la enseñanza, este concepto se aborda cuando se orienta a los alumnos a considerar quiénes intervienen en los casos analizados, el desarrollo de sus conflictos, cómo son sus relaciones e intervenciones. También se plantea en relación con las escalas de análisis seleccionadas en cada situación.

La propuesta del área reconoce también los principios explicativos que orientan el análisis de los fenómenos sociales. Se trata de conceptos organizadores básicos, comunes a todas las Ciencias Sociales.  Algunos autores como Pilar Benejam (1997) los denominan conceptos transdisciplinar  o conceptos clave paradigmáticos, ya que además de posibilitar el abordaje de las diferentes disciplinas que integran las Ciencias Sociales, organizan el enfoque de su enseñanza y del análisis de la realidad social a través del estudio de su complejidad.  A partir de ellos, los alumnos construirán progresivamente, en los sucesivos años de escolaridad, la comprensión de la sociedad desde concepciones más cercanas a las que se recurre en las Ciencias Sociales y que son facilitadoras de la enseñanza.
Los principios explicativos más importantes que se trabajan en esta propuesta son:
Dinámica cambio – continuidad: todo cambia constantemente, todo es devenir. Cada sociedad en el desarrollo de sus diversos planos (relaciones políticas, sociales y económicas, relación con el ambiente, concepciones, tecnología, etc.) produce cambios que afectarán a todos o alguno de ellos con mayor o menor intensidad. Estos cambios o permanencias operados en una sociedad tienen sentido y son explicados y ordenados a partir del tiempo. Así, el tiempo social presente es producto de los cambios y continuidades producidos en el pasado. Cada sociedad tiene su propio ritmo evolutivo y el mismo depende de las interacciones que se establezcan entre los diversos planos sociales, algunos serán más permeables al cambio, otros lo resistirán y aparecerán como constantes inalterables a las transformaciones que se producen a su alrededor. Esta dinámica es la que posibilita el movimiento de la historia.
Integralidad: la vida de los pueblos no se desarrolla aisladamente; en la generación de un hecho social en algún lugar, confluyen un cúmulo de factores internos y externos que se articulan, determinan e influyen -a veces, decisivamente- en el desarrollo de la sociedad.  ‘Las relaciones entre personas y grupos pueden ser de intercambio, de convivencia, de interdependencia, de cooperación, de competencia o de conflicto.’[3] Es esencialmente, en los últimos siglos cuando las relaciones sociales, económicas, políticas, culturales han alcanzado un mayor grado de interacción y vinculación al punto de globalizarse.

Multicausalidad: la explicación de los hechos sociales puede estar dada a partir de un sinnúmero de causas, esto dependerá de la disciplina que aborde el estudio, de la complejidad de relaciones que se establecen entre los diversos planos sociales (económico, político, ideológico, social, cultural); de los condicionamientos establecidos a nivel internacional en determinado contexto histórico-social; etc. 

Intencionalidad de los sujetos sociales: es un fenómeno inherente al accionar humano; las múltiples y complejas relaciones que establecen hombres y mujeres entre sí y con los otros son producto de la voluntad y deseo de ellos, a diferencia de lo que sucede con los fenómenos de la naturaleza.

Multiperspectividad: esta diversidad de interpretaciones será producto del marco teórico del cual partan los investigadores, los autores de los libros de texto, los entrevistados, el mismo docente. Lo interesante es presentar y trabajar con los alumnos varias visiones sobre un mismo hecho, para que puedan contrastarlas, analizarlas y sacar sus propias conclusiones en torno del mismo.
Identidad-Alteridad: Compartimos el mundo con los demás. Este concepto comporta el autoconocimiento y la auto aceptación, así como el conocimiento y la aceptación de los demás. Parece que la comprensión de este significado se ha de expresar en un interés creciente  por el análisis de sí mismo y por la compresión del otro y en la aceptación de un margen de tolerancia que hace posible la propia estima y la de los demás. El respeto por la persona humana tendría que traducirse en la defensa decidida de los derechos del hombre.
Interrelación: Las personas y los grupos se relacionan y se comunican. No sólo compartimos el mundo, lo construimos. Las relaciones entre personas y grupos pueden ser de intercambio, de convivencia, de interdependencia, de cooperación, de competencia o de conflicto. Las actitudes resultantes de compartir estos significados deben orientarse al reconocimiento de la necesidad de relacionarse con los demás para explorar nuevas soluciones. Cabe insistir en la necesidad de la comunicación, en el recurso al diálogo, al pacto y al consenso en un intento de educar para la convivencia, la paz y la cooperación, es decir, para la democracia.
Organización social: Las personas y los grupos se organizan en instituciones que tienen unas estructuras y unas funciones. Las instituciones están regidas por costumbres, normas, derechos y deberes o protegidas por una legalidad. Estas instituciones rigen la convivencia. La educación pretende compartir con los alumnos la necesidad de tener una organización social en la que se diferencie lo conveniente, razonable o necesario de aquellas normas o costumbres sociales que han  sufrido la erosión del tiempo. También deseamos compartir la vía democrática para establecer el poder y cambiar la legalidad vigente.
Conflicto de valores y creencias: En nuestro mundo no siempre hay acuerdo sobre lo que es importante y lo que es verdad. Los valores existentes pueden ser contradictorios, porque responden a diversas visiones del mundo. La conciencia de aquello que el hombre prefiere, valora y cree da un margen de libertad y guía para la acción democrática. Muchos valores y creencias son inconscientes porque las personas aceptan las normas culturales que han aprendido en su interrelación con los demás, sin decodificar sus significados ni descubrir su intencionalidad.     La educación social pretende que los individuos y grupos sean concientes y responsables de los valores y creencias que orientan su acción, de sus significados e intencionalidades, porque esta es una condición básica para la libertad, para la cooperación con los demás y para ejercer los derechos democráticos, sin ser manipulados o dominados por los intereses de otras personas o grupos. La educación social propone el reconocimiento de la autenticidad de los valores de los demás, lo que abre el camino de la aceptación de la diversidad, del diálogo y de la tolerancia.”
Racionalidad-irracionalidad: Vivimos en un mundo en el que todo ocurre por ciertas causas y tiene  ciertas consecuencias. La racionalidad humana comporta trabajar con una creciente comprensión de la causalidad de los fenómenos, de su complejidad y relatividad. Esta comprensión personal del mundo implica libertad y capacidad crítica. Lo contrario de la racionalidad o conciencia es la irracionalidad, que consiste en la inconciencia o la asunción de la cultura sin pasarla por el tamiz de su interpretación y de su crítica.[4]
Diferenciación: Vivimos en un mundo en el que entre las personas se dan similitudes y diferencias. La diferenciación se expresa en dos conceptos esenciales: la desigualdad, como resultado de que las personas no tienen el mismo poder y la misma riqueza porque nunca han tenido las mismas oportunidades. La diversidad, porque en nuestra sociedad se da una gran riqueza de formas, modos y usos. La  comprensión de la desigualdad puede traducirse en la defensa de la igualdad de oportunidades y la justicia, es decir, la verdadera democracia.

Consignas de trabajo

 1   Seleccione  un contenido del Diseño Curricular en el que se observen los conceptos estructurante: tiempo histórico, el espacio geográfico y  sujetos sociales.
2      Para trabajar los siguientes conceptos: grupos sociales, economía de subsistencia, monarquía absoluta, que principio explicativos aplicaría a cada uno de ellos?
3      Trabajo individual que deberá entregar a su profesor de cátedra cuando éste lo requiera.



[1] Pagés, Joan:( 1997) “El tiempo histórico” en Benejam, Pilar y Pagés,Joan (comp.): “Enseñar y aprender ciencias sociales, geografía e historia en la educación secundaria”. Barcelona, ICE-Horsori, pág. 201
[2] Gurevich Raquel(1998) “Conceptos y problemas en geografía” en Didáctica de las Ciencias Sociales II, , Buenos Aires, Paidós Educador pág.103.
[3] Benejam, Pilar: “La selección y secuenciación de los contenidos sociales” en Benejam y otros: op. cit., pág. 80


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